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La Oportunidad del Due Diligence Ambiental

El due diligence ambiental en fusiones y adquisiciones de empresas o proyectos, es un proceso multidisciplinario en conocimientos que tiene como objetivo clave identificar todos los aspectos relacionados con los riesgos regulatorio – ambientales, sociales y territoriales que pueden estar presentes en la adquisición de una compañía o proyecto. En este ámbito, el umbral de riesgo puede ser sustancialmente mayor que aquel relacionado con un sitio o localización específica, pero además su espectro puede llegar a cubrir un rango mucho más amplio que va desde responsabilidades ambientales internas hasta aquellas asociadas con terceros.


La presión por completar una cierta transacción de manera rápida y confidencial puede presentar obstáculos para desarrollar procesos de due diligence ambientales oportunos. Esto puede llevar a que, en algunas ocasiones, las partes esperen hasta las últimas etapas del proceso antes de evaluar el cumplimiento regulatorio de la empresa de interés o considerar siquiera la eventual necesidad de obtener o transferir alguno de sus permisos, acomodar ciertas inversiones pendientes o gestionar procesos administrativos o causas judiciales pendientes.


A raíz de ello, las materias ambientales pueden llegar a afectar significativamente el uso potencial de un activo o negocio en el futuro, o imponerle pasivos o compromisos a la parte adquirente de una propiedad o proyecto difíciles y caros de subsanar. Por lo tanto, es importante considerar los potenciales cuestionamientos ambientales, sociales y territoriales, tempranamente en una transacción.


En este sentido, lo que se ha dado en llamar “permisología ambiental y sectorial” debe ser auditada inicialmente, no sólo en lo referente a la posesión de los permisos y autorizaciones, sino particularmente en el cumplimiento de las especificaciones que atañen a sus instalaciones.


El permiso o autorización ambiental por excelencia es la resolución de calificación ambiental (RCA) y cobija, esto es, autoriza, todas las instalaciones de un proyecto en consonancia con lo descrito en la declaración o estudio de impacto ambiental. Pero ese cobijamiento no sólo acoge las instalaciones materiales o físicas, sino también todo lo especificado respecto a las operaciones propuestas para ellas y también su desempeño ambiental y social.


Adicionalmente, un proyecto que lleve un tiempo en operaciones podrá haber pasado por distintos episodios y eventos operacionales a lo largo de su vida útil, los que lo podrán haber expuesto a potenciales denuncias de parte de sus stakeholders o servicios públicos y visitas inspectivas. Si éstas en algún momento originaron procesos de fiscalización formales por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente, es posible que se hayan levantado hallazgos relacionados con la disponibilidad de permisos, el cumplimiento de obligaciones o las condiciones operacionales, materias que podrían eventualmente motivar formulaciones de cargo. Este tipo de situaciones también debe ser auditada tempranamente para evaluar los potenciales riesgos de sanción u otras medidas que se le pudieran imponer al futuro adquirente y los recursos que requerirá para subsanar los hallazgos.


Todo lo anterior, requiere tiempo, dedicación y conocimientos, los que deben ser oportunamente organizados para que el resultado sea exitoso. Así, el due diligence ambiental, no debe ser dejado para última hora, pues bien puede ser determinante para la viabilidad de un proyecto en el futuro y el éxito o fracaso de una operación de inversión.



Gysling & Cía

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