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Dar cumplimiento a las resoluciones de calificación ambiental: un urgente desafío regulatorio


De la información publicada en el SNIFA (Sistema Nacional de Información de Fiscalización Ambiental de la SMA; https://portal.sma.gob.cl/) se desprende que, en los 8 años que lleva la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) fiscalizando proyectos con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, es decir, que han pasado por el proceso de evaluación de impacto ambiental en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), en un 39,1% de los casos se ha terminado con la instrucción de un proceso sancionatorio a la unidad fiscalizada.

Esto es, en 635 de los procesos, dichos proyectos han cometido alguna infracción a los requerimientos y compromisos consagrados en sus RCA.



Fuente: SNIFA





Se desprende de lo anterior que dar cumplimiento a lo establecido en una RCA represen

ta hoy por hoy uno de los principales desafíos regulatorios que un proyecto puede enfrentar, debido a las graves consecuencias para su viabilidad que las infracciones pueden significar en términos de multas, paralizaciones temporales, inversiones no programadas y gastos de cumplimiento.




Recordemos que la SMA puede interponer multas que varían entre una amonestación y 10.000 UTA (US$8,5 millones aprox), pero además puede imponer costosas medidas provisionales, medidas urgentes y transitorias (MUT), u obligar al infractor a realizar cuantiosas inversiones para cumplir con las exigencias de sus RCA.





Fuente: Portal.sma.gob.cl


Esto, sin contar los costos asociados a las asesorías legales y técnicas que significa abordar los procedimientos sancionatorios y responder a sus resultados. Y, sin perder de vista tampoco, aquellos derivados de las posibles demandas de reparación del daño ambiental causado en aquellas situaciones donde se han incurrido en infracciones de carácter grave o gravísimo, como lo establece la ley de la SMA (Artículo 43, inciso 5to, Ley 20417), las que hasta 2019 alcanzaron a 50 por parte del Consejo de Defensa del Estado (Cuenta Pública 2019), además de las 105 interpuestas por comunidades y otros interesados.

Los procedimientos finalizados hasta el momento por la SMA han terminado imponiendo sanciones que acumulan, hasta 2020, 84.282,9 UTA en un total de 261 multas (US$72 millones aprox); 64 amonestaciones; 3 clausuras definitivas; 3 clausuras temporales.




Fuente: SNIFA


En muchos de estos procedimientos, además de las sanciones señaladas, la SMA ha impuesto también costosas medidas provisionales, recurso crecientemente utilizado para cuando una infracción pudiese causar daños inminentes al medio ambiente. Estas medidas en muchas ocasiones significan paralizaciones de procesos o fuentes de emisión, obligaciones de realizar mediciones o implementar soluciones urgentes de alto costo para las empresas fiscalizadas.



Fuente: SNIFA


La principal lección que se puede extraer de las estadísticas anteriores es que, en general, no vale la pena arriesgarse a cometer alguna infracción. La creciente capacidad de la SMA para iniciar fiscalizaciones, al contar cada vez con más fiscalizadores en las distintas regiones del país, así como sistemas en línea de control de variables y de reportes de seguimiento, ha ido aumentando la probabilidad de ser fiscalizado y sorprendido en potenciales incumplimientos, lo que sumado a lo oneroso de las sanciones, determina que el ahorro derivado de no implementar los sistemas necesarios para cumplir con las RCA: sistemas de gestión y vigilancia de variables ambientales, monitoreos, reportes, compensaciones, verificaciones, es cada vez menor a la pérdida esperada de ser sorprendido en un cumplimiento de las obligaciones ambientales.


Entre los sistemas mencionados, se encuentra la realización frecuente de auditorías de cumplimiento a las operaciones y el dotarse de una capacidad eficiente para recolectar la información de los parámetros ambientales bajo seguimiento, tareas que debieran estar entre las primeras prioridades.

En particular, la visita frecuente de especialistas capaces de detectar las brechas de cumplimiento entre las exigencias, requerimientos, ejecución oportuna de medidas de mitigación y programas de seguimiento y de compensación, aparece como clave para asegurarse el cumplimiento de las RCA. Así mismo, el anticiparse para dar cumplimiento oportuno a las diversas instrucciones de la SMA para el control y monitoreo de las variables operacionales relevantes para el cumplimiento de normas de emisión de residuos industriales líquidos, emisiones atmosféricas y ruidos molestos, aparece como una necesidad urgente para asegurar la continuidad operacional de procesos productivos.



Gysling & Cia

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